La cardiología se ocupa del diagnóstico y el tratamiento de los trastornos del corazón y el sistema circulatorio, como las enfermedades coronarias y la insuficiencia cardíaca. La neumología se ocupa de la salud respiratoria, centrándose en el diagnóstico y tratamiento de las patologías que afectan a los pulmones y al sistema respiratorio. Aunque la cardiología y la neumología se centran en sistemas diferentes, hay patologías que pueden implicar a ambas especialidades. La colaboración entre cardiología y neumología garantiza que los pacientes reciban una atención integral y bien coordinada, centrada en optimizar tanto la función cardiaca como la pulmonar para mejorar la calidad de vida de las personas afectadas por enfermedades cardiacas y pulmonares.
INDICACIONES:
La hipertensión arterial pulmonar (HAP) es una enfermedad grave y poco frecuente que se caracteriza por una presión arterial elevada en las arterias pulmonares que suministran sangre a los pulmones. Esta afección hace que las pequeñas arterias de los pulmones se estrechen y se vuelvan rígidas, lo que dificulta el flujo sanguíneo a través de ellas. Como consecuencia, el lado derecho del corazón tiene que esforzarse más para bombear sangre a las arterias pulmonares, lo que provoca un mayor esfuerzo del corazón que puede desembocar en una insuficiencia cardiaca derecha. Los síntomas habituales de la HAP incluyen disnea, fatiga, dolor torácico, mareos y desmayos. Estos síntomas suelen ser inespecíficos y pueden confundirse con otras enfermedades pulmonares o cardiacas.
La HAP es una enfermedad progresiva y potencialmente mortal. Puede desarrollarse como resultado de enfermedades subyacentes o factores genéticos, o puede producirse de forma idiopática (sin una causa identificable). Algunas afecciones comunes asociadas a la HAP son las enfermedades del tejido conectivo, los defectos cardíacos congénitos, las enfermedades hepáticas y ciertos fármacos o toxinas.
La Hipertensión pulmonar tromboembólica crónica (HPTEC) es otra forma de hipertensión pulmonar caracterizada por la obstrucción de las arterias pulmonares con coágulos sanguíneos organizados. Estas obstrucciones provocan un aumento de la resistencia y de la presión sanguínea en los vasos pulmonares, lo que supone un mayor esfuerzo para el corazón derecho. A diferencia de otras formas de hipertensión pulmonar, la HPTEC puede potencialmente resolverse mediante cirugía.