Los equipos de cuidados críticos trabajan en colaboración para evaluar, diagnosticar y tratar a los pacientes en estado crítico, lo que incluye la estabilización hemodinámica, el soporte de órganos cuando sea necesario y el tratamiento de la causa subyacente de la enfermedad. Los pacientes en estado crítico requieren atención médica y monitorización constantes debido a patologías potencialmente mortales o lesiones graves.
INDICACIONES:
La hipotensión refractaria a catecolaminas significa que la tensión arterial de una persona se mantiene baja a pesar de recibir medicamentos denominados catecolaminas, que suelen utilizarse para aumentar la tensión arterial. En determinadas situaciones médicas, como las infecciones graves o el shock séptico, estos medicamentos se administran para elevar la tensión arterial y mejorar la circulación general.
Taquicardia sinusal es un término médico para referirse a una frecuencia cardiaca anormalmente rápida, que suele definirse como una frecuencia cardiaca en reposo superior a 100 latidos por minuto. En los cuidados intensivos, los equipos sanitarios abordan las causas subyacentes de la taquicardia, proporcionan tratamientos para restablecer una frecuencia cardiaca normal y vigilan de cerca el estado del paciente. Controlar la frecuencia cardiaca y abordar las causas subyacentes son esenciales en estos entornos para prevenir complicaciones posteriores y optimizar los resultados del paciente. El tratamiento de la taquicardia puede implicar medicamentos para reducir la frecuencia cardiaca, abordar la causa subyacente y una estrecha vigilancia para prevenir complicaciones posteriores como las arritmias.
La fibrilación auricular (FA) es un ritmo cardíaco irregular y a menudo rápido que puede aumentar el riesgo de ictus, insuficiencia cardíaca y otras complicaciones. En los cuidados intensivos, los profesionales sanitarios trabajan para controlar la frecuencia cardíaca, restablecer el ritmo normal cuando es factible y administrar tratamientos para prevenir complicaciones como los coágulos sanguíneos. El tratamiento de la fibrilación auricular en este entorno suele incluir agentes reductores de la frecuencia cardiaca, que permiten al paciente convertirse al ritmo sinusal. La monitorización estrecha y las intervenciones especializadas son esenciales para tratar la fibrilación auricular con eficacia.